"No me detuvieron por lo que hice. Me detuvieron porque soy afiliada a la CGT". Laura Gómez, secretaria de Organización de la CGT lo tiene claro, después de que estuviese 23 días en prisión preventiva por una acción simbólica que protagonizó, junto con otros compañeros, en la Bolsa de Barcelona, y que consistía en quemar una caja con billetes de mentira.
Ahora, la Fiscalía pide a Laura hasta 36 años de cárcel por dicha acción ante la Bolsa el día de la Huelga General. La acusada asegura que su encarcelamiento "forma parte de la estrategia del señor Puig". En un vídeo difundido por la CGT, donde aparece Gómez atendiendo periodistas, la sindicalista considera que se la fue a buscar porque “necesitaban a alguien de nuestra organización, después de que Puig hablara de la CGT como parte importante de los actos violentos”. “Mi cargo podía suponer un golpe importante a la CGT”, remarca.
La represaliada denuncia que “la justicia está en manos de magistrados absolutamente dirigidos por políticos. La justicia no es independiente, está manipulada y eso sí que me preocupa”, y lanza un mensaje a la lucha y a la movilización, “lo que tenemos que hacer es no parar, no debemos tener miedo“, “si pretendían paralizar a la gente, han conseguido lo contrario”.
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